Un mensaje del más allá
La mayoría de las escenas de la siguiente relatoría de esta onironauta
se ambientaban durante la noche.
Comenzó con un sueño. Me encontraba caminando en un arroyo que yace cerca de casa. En él habían tres figuras que sigilosamente comenzaron a seguirme. Estas figuras trataban de detenerme y mantenerme en ese arroyo frio y hostil. Mientras andaba por un cruce, justo antes de cruzar, comenzaron a mostrarme imágenes borrosas de lo que sería mi futuro.
Conforme iban pasando los días y noches con sueños recurrentes, no había día en el que vinieran flashbacks de los sueños y en ellos mi abuela materna y mis padres figuraban una apariencia extraña. La piel de sus rostros colgaba sobre sus cabezas, desgarradas y heridas recientes.
Podía verlos desde lejos, desde afuera de casa ambulando dentro de ella. Ellos caminaban hacia las habitaciones y desde afuera, podía escuchar sus voces internas diciendo: “estamos aquí con un propósito. Observa y aprende”.
Cada vez que los escuchaba, despertaba sin aliento.
Cosas extrañas comenzaron a suceder después de esos hechos. Mis reflejos en los espejos eran perturbadores: en ocasiones podía tener bilocaciones viéndome a mí mismo, viendo que me miraba en el espejo. A veces fijamente, y a veces viendo mi bilocación sin cuencas oculares parado desde el espejo.
Sucedió algo diferente durante los próximos sueños, sin explicación alguna tenía en mis manos un guardapelo que portaba hierba seca color rojizo; según mis amigos, tenía que quemarlo para purificar y limpiar el aura.
Un día, mientras ambulaba por la casa de mi familia me encontré a un amigo y le dije: "Te noto extraño. Noto algo en ti que divaga y se abruma", entonces él me mira y me responde: "Tuve un sueño. En él me seguían unas figuras y me dijeron que pronto iba a morir. Esas figuras me dijeron que iba a morir de una manera muy particular y es desde ese entonces en que he estado esperando".
Su descripción fue tan parecida como mis experiencias dentro de los sueños que supuse eran ellos mismos, en los sueños de otros.
Comenzó con un sueño. Me encontraba caminando en un arroyo que yace cerca de casa. En él habían tres figuras que sigilosamente comenzaron a seguirme. Estas figuras trataban de detenerme y mantenerme en ese arroyo frio y hostil. Mientras andaba por un cruce, justo antes de cruzar, comenzaron a mostrarme imágenes borrosas de lo que sería mi futuro.
Conforme iban pasando los días y noches con sueños recurrentes, no había día en el que vinieran flashbacks de los sueños y en ellos mi abuela materna y mis padres figuraban una apariencia extraña. La piel de sus rostros colgaba sobre sus cabezas, desgarradas y heridas recientes.
Podía verlos desde lejos, desde afuera de casa ambulando dentro de ella. Ellos caminaban hacia las habitaciones y desde afuera, podía escuchar sus voces internas diciendo: “estamos aquí con un propósito. Observa y aprende”.
Cada vez que los escuchaba, despertaba sin aliento.
Cosas extrañas comenzaron a suceder después de esos hechos. Mis reflejos en los espejos eran perturbadores: en ocasiones podía tener bilocaciones viéndome a mí mismo, viendo que me miraba en el espejo. A veces fijamente, y a veces viendo mi bilocación sin cuencas oculares parado desde el espejo.
Sucedió algo diferente durante los próximos sueños, sin explicación alguna tenía en mis manos un guardapelo que portaba hierba seca color rojizo; según mis amigos, tenía que quemarlo para purificar y limpiar el aura.
Un día, mientras ambulaba por la casa de mi familia me encontré a un amigo y le dije: "Te noto extraño. Noto algo en ti que divaga y se abruma", entonces él me mira y me responde: "Tuve un sueño. En él me seguían unas figuras y me dijeron que pronto iba a morir. Esas figuras me dijeron que iba a morir de una manera muy particular y es desde ese entonces en que he estado esperando".
Su descripción fue tan parecida como mis experiencias dentro de los sueños que supuse eran ellos mismos, en los sueños de otros.
No podía olvidar completamente ese sueño, a veces eran imágenes borrosas,
y a veces eran muy nítidas. Sus cuerpos parecían estar en plena descomposición,
y siempre estaban dentro de casa, ambulando caminando entre los pasillos y las
habitaciones.
El último flashback que vino a mi mente antes de despertar a mi vida paralela (la realidad), reveló algo oscuro y misterioso. Durante un atardecer estaba parado en el jardín de mi familia mirando hacia el interior de casa cuando miré a mi abuela a través de la ventana de la sala mirándome fijamente. Podía leer su mente diciendo: "Observa". Cómo si tratara de llevarme a algún sitio. Lo único que podía captar en este flashback, eran estas tres figuras ambulando hacia una misma dirección una y otra vez. Entonces me volvió a decir: "Observa". En ese instante su figura se postró frente a mi como a un metro de distancia viendo fijamente hacia mis ojos con ese aspecto pútrido en descomposición.
Ese momento se volvió a repetir durante los próximos días, y fue entonces cuando le dije a mi abuela: "Ya entiendo. Papá y mamá temen a la muerte como muchos otros. ¿Hay algo más que quieras decirme?". Su respuesta fue más allá de una simple palabra o un gesto, solo desaparición y no volvió más esa imagen.
El último flashback que vino a mi mente antes de despertar a mi vida paralela (la realidad), reveló algo oscuro y misterioso. Durante un atardecer estaba parado en el jardín de mi familia mirando hacia el interior de casa cuando miré a mi abuela a través de la ventana de la sala mirándome fijamente. Podía leer su mente diciendo: "Observa". Cómo si tratara de llevarme a algún sitio. Lo único que podía captar en este flashback, eran estas tres figuras ambulando hacia una misma dirección una y otra vez. Entonces me volvió a decir: "Observa". En ese instante su figura se postró frente a mi como a un metro de distancia viendo fijamente hacia mis ojos con ese aspecto pútrido en descomposición.
Ese momento se volvió a repetir durante los próximos días, y fue entonces cuando le dije a mi abuela: "Ya entiendo. Papá y mamá temen a la muerte como muchos otros. ¿Hay algo más que quieras decirme?". Su respuesta fue más allá de una simple palabra o un gesto, solo desaparición y no volvió más esa imagen.
Mi amigo me contó después que sus visiones resultaron extrañas. Pues según
él, las escenas en sus sueños se hacían realidad, y cuenta que estas figuras
que hacían presencia en sus sueños dejaron de aparecer.
La realidad.
No recuerdo quien era ese amigo, pero si recuerdo que uno de sus padres no vive. En mi caso, mi abuela no está en esta vida, pero sé que está allí en algún lugar fuera de lo que podríamos comprender.
Son las 2:22:33 horas, y esa sensación de que alguien te vigile es inmediata al despertar.
Siento la presencia de algo o alguien, pero más que eso, siento la necesidad de exclamar algo por parte de esa presencia.
Los sueños son esa puerta, y estaré dispuesto entonces a ser un mediador.
La realidad.
No recuerdo quien era ese amigo, pero si recuerdo que uno de sus padres no vive. En mi caso, mi abuela no está en esta vida, pero sé que está allí en algún lugar fuera de lo que podríamos comprender.
Son las 2:22:33 horas, y esa sensación de que alguien te vigile es inmediata al despertar.
Siento la presencia de algo o alguien, pero más que eso, siento la necesidad de exclamar algo por parte de esa presencia.
Los sueños son esa puerta, y estaré dispuesto entonces a ser un mediador.

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